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Otro año que acaba. El primero sin ti.

El calendario que acabé de usar yo. Tu colección, por siempre mía. Su nombre. Mi pequeño proyecto secreto. Los regalos que tanto disfruto. Las charlas. Lo último que leo antes de dormir, y lo primero que leo tras despertar.

Tu recuerdo.

Toda tu vida, tu compañía, conmigo para siempre.

Este año es una nueva herida que dolerse. Y que curar..

Pero ya se sabe..

"..let it be. There will be an answer, let it be.."

Te quiero.

Felicidad-es V. :)

Por muchas razones.

Porque encontré el tesoro. Lo escondí. Y me dejaste volver a encontrarlo.

Porque eres música, con o sin guitarra. La tuya, la mía o cualquiera. O ninguna.

Porque has sido la única persona que te empeñaste en romper el muro que me protegía, zarandeándolo con el tuyo, y entrar como si nada.

Porque antes solo había una sola razón por la que quería aprender a tocar a Blair. Ahora hay dos.

Porque la canción que más escuché y sentí durante meses es la más linda que ha existido y existirá jamás.

Porque me es totalmente imposible no sonreír todas y cada una de las mil veces que miro el cartel del concierto cada vez que paso por allí.

Porque llegaste en el momento exacto para poder estar. Ni antes, ni después.

Porque has conseguido que eche de menos algo que jamás llegó a existir.

Porque nunca te diste cuenta que siempre te digo lo mismo antes de cada concierto, y siempre lo recibes como si fuera la primera vez que lo oyes.

Porque eres una persona realmente linda.

Porque el gatito resucitó.

Porque me encanta verte y oírte tocar, aunque no hablemos el mismo idioma musical.

Porque he visto y sentido la emoción en tus ojos. Y no sabes cuánto me llena eso.

Porque cuando marchaste a Puente, mi segundo sentimiento fue la tristeza en su estado más puro.

Porque si leyeras esto, desde la primera línea te debatirías entre seguir leyendo o no porque odias y te encanta que te diga cosas lindas de ti, y de mí respecto a ti.

Porque me has plantado delante un espejo y me has dicho lo idiota que soy.

Porque me enseñas. Y de ti aprendo más de lo que quieres enseñarme.

Porque me desbaratas la vida.

Porque el día de la reconciliación, lo único que recuerdo de todo lo que me dijiste eran mis ganas inmensas de abrazarte.

Porque un fin de semana puede ser eterno.

Porque el techo, a pesar de ser inaccesible, siempre está ahí para cobijarte en él. Aunque por fuera se esté mojando con la lluvia.

Porque me encanta que me pidas un abrazo al despedirnos. Y me encanta dejarme abrazar por ti.

Porque te cuidas de mí.

Por éstas, y algunas cuantas más.

Me sobran razones para no volver a irme.