..el veneno es la luz.. y la sombra mi caché..

..el veneno es la luz.. y la sombra mi caché..
..siempre quisiste tocar el cielo con la punta de los dedos sin que el sol te quemara las alas..

viernes, 22 de noviembre de 2013

Jenga

Casi diez años. Todo ese tiempo llevo dedicándome a trabajar. Dedicando mi vida principalmente a los más pequeños, a esos pequeños que hacen de cada día, un día totalmente inesperado..

Casi diez años, en los que he oído de todo, miles, millones de cosas. Críticas constructivas, y muy muuy destructivas; abrazos, enfados, agradecimientos, regalos, chantajes, implicación, odio, lágrimas (de tristeza y de alegría), y un largo etcétera. Pero nunca, jamás, había oído unas palabras tan destructivas, tan dolorosas.

"Nunca pensé que diría esto, pero prefiero que vuelva F."
F. cuya manera de educar es el castigo, el no-entendimiento, no razonar, y ser simplemente una autoridad a la que hay que mirarle asintiendo con la cabeza.

Sé que no debería ser así, sentirme tan triste y desconsolada por una rabieta de una cría (no tan cría). Todos hemos sido niños y hemos pasado por eso, todos sabemos que es algo que se dice sin pensar. Pero al fin y al cabo, las cosas que se dicen sin pensar.. suele ser lo que realmente se piensa.

Y eso es lo que más temo de todo. No es ese mi sistema de educar, de enseñar, de compartir.. Sin embargo no sirve. ¿No sirve?

A estas alturas de mi vida soy lo que soy por ellos, por lo que he aprendido durante casi diez largos años, por lo que me han enseñado y me han aportado. Éste es mi sistema, es mi forma. Pero parece que falla, y no sé si es tarde para cambiarlo. Ni si debo cambiarlo.

Y me cuestiono todo, todo mi trabajo de tantos y tantos años. ¿De qué sirven entonces todas esas experiencias que me han llevado a este punto actual, si de pronto ésta me amenaza con deshacerlas todas y cada una de ellas?

Las cosas tienen la importancia que uno quiera darle, y para mí la tiene. No porque haya sido "ella" (que supongo en parte también duele). Ella, ellos, deciden de manera involuntaria y ajena a sus ojos si esto está bien, si es la forma, los métodos adecuados, pues en su avance me autoevalúo.

¿Cuál es el siguiente paso?
Yo estoy un poco perdida. Y algo desolada.


martes, 5 de noviembre de 2013

Las tiritas

Doña Despistes se ha hecho daño en un dedo. Al momento, va a ponerse una tirita. Es la última que queda.

- Tendré que comprar más -piensa.

Para acordarse, doña Despistes se cambia el reloj de muñeca. Siempre lo lleva en la izquierda, y ahora se lo pone en la derecha.

- Así, cuando vea el reloj en la otra muñeca, me acordaré de comprar tiritas -se dice.

Pero luego piensa:

- ¡Ay! Soy tan despistada.. Puede que el truco del reloj no sirva. ¡Ya sé! Me cambiaré los zapatos de pie. Así seguro que me acuerdo.

Doña Despistes se pone el zapato izquierdo en el pie derecho, y el zapato derecho en el pie izquierdo. Luego sale a la calle.

Una hora después, vuelve a casa con un dolor de pies insoportable. Necesita urgentemente ponerse unas tiritas. Pero cuando va a buscarlas, se da cuenta de que no queda ninguna.

- Tengo que acordarme de comprar tiritas -se dice-. Y también unos zapatos nuevos. Estos me aprietan demasiado. ¿Qué podría hacer para acordarme?

Ensalada de letras 1