Madriz..

No me acostumbro.. a este no Madrid.

A ir en coche a la ciudad y no coger el metro en la puerta de casa, y a ponerme el cinturón de seguridad y no picar el billete del abono. A oír a la gente que habla mal y a gritos, en vez de la voz refinada.

Echo de menos la discreción de caminar por calles repletas de gente que no le importa una mierda tu vida, y no tener que andar por sitios donde la gente quiere llamar la atención. Y echo de menos saludar y sonreír a mi vecino cuando tiendo la ropa o cocino, mientras aquí solo tengo un muro tras la ventana.

Es triste estar aquí, y saber que si quiero verte tengo que esperar meses, y no media hora. Te echo de menos.

Y echo de menos despertarme por las mañanas y no poder olerte, ni acurrucarme en tu cuello y tu cintura, ni despertarme con tus besos.

Mis pies no pueden dormir sin tus pies. Mis manos no pueden dormir sin tu piel.

Este insomnio que vuelve cada vez que no estás al otro lado de la cama..