Es tan doloroso que duelen hasta los huesos y los músculos. Duele el alma en cada poro de mi piel.
Nunca una despedida fue tan triste y llena de cariño. Querer y no poder, por parte de los dos. En esto no decidimos ninguno, supongo..
"Por favor, no me des un abrazo tan vacío como el último", pero no dejes de abrazarme. Nunca. Pase lo que pase, que tus brazos no se separen de mi cuerpo ni tu alma de despegue de la mía.
"Me vale" es de las mentiras más grande que he contado jamás. Pero me tendrá que valer porque no hay opción.
Pero dejaste de abrazarme, por fuerza mayor. Y ahí me quedé mientras te vi marchar, sabiendo que no volverías a mirar(me) hacia atrás, nunca jamás..
35 minutos de doloroso llanto a escondidas (de ti). Un cuerpo vacío, un alma llena. Pero sin ningún tipo de sentido.
La misma historia que se repite, una y otra vez.
Pero si es contigo, a pesar de la tristeza y el profundo dolor, la repetiría eternamente cada día de mi vida, arriesgándolo todo a perder solo por un fin de semana más. Por unas horas..
Perspectívate, y encuéntrame. Por favor..