"B. quiero decirte que eres una valiente. Que estés aquí dice mucho de tu fuerza y valentía. Y quiero que sepas que eres una valiente."
Sus palabras entraron hasta lo más profundo.
"Eres una valiente."
Escuchaba atónita sin saber el viaje que estaba a punto de comenzar, pero tras esos segundos sabía que posiblemente estaba más sola y más acompañada que nunca, zarpando a la deriva.
No era consciente hasta ese momento de la valentía necesaria para lo que haría. Y sabía que contaba con todo, y con su apoyo. No necesitaba nada más. Con la valentía por bandera y el corazón lleno de amor.
"Eres una valiente.", se repetía una y otra vez, como si pudiera escuchar su voz dentro de su cabeza en repeat mode. Todo iría bien, porque 'ella es una valiente'.
Y vino la lluvia, el terremoto, la tormenta eléctrica, el arcoiris, las nubes, y por último la nieve bajo la luna menguante; junto con el tono triste y bohemio acorde a una gran batalla de la que se viene de vuelta.
El suelo por el que viene pisando está todo derrumbado. Las piedras marcan tropiezos y dificultan el caminar. El sol aún no llega ni ofrece claridad. Sabe que el camino es largo. Mucho.
Pero también sabe que podrá recorrerlo.
Y sobrevivirá.
Porque yo
SOY UNA VALIENTE.
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