Sacó su
bolsa de tabaco de liar, un filtro, y un papel. Sonaba algo de música
indefinida a lo lejos, seguramente en casa del algún vecino o vecina. Quiso
prestarle atención, pero no podía fingir que le importaba oír aquella sintonía
que no parecía agradable.
Comenzó a
liarse, lenta y cuidadosamente, el pitillo que más tarde se iba a fumar,
tarareando una melodía cualquiera, mientras usaba de base el tictac del reloj
de la esquina, como para intentar que el tiempo se desvaneciera entre sus
dedos, junto altabaco.
Al acabar,
paró un segundo, y posándoselo en los labios, se acercó aquel mechero regalado
y encendió el cigarrillo, pensando con nostalgia en aquella persona que le hizo
ese regalo. Dio una calada a modo de suspiro, y se acercó su guitarra,
acariciándola con mimo y respeto.
Pasó su
dedo sobre las cuerdas haciéndolas sonar una vez, como avisándola de que se
preparase, y dio de nuevo otra calada, con la mirada perdida buscando un tictac
que le volviera a la realidad. Pero posó el pitillo en sus labios, exactamente
en el lado derecho de su pequeña boquita, y sonrió levenmente acordándose de
ella. "Esta manía suya a la que yo también me acostumbré.. Vaya, ¡qué será
de ella! ¿Seguirá tan guapa como siempre? ¿Será feliz?". Y se perdió en el
recuerdo de su amiga, que tanto tiempo estuvieron unidas, y tanto la quiso.
Se decidió
a tocar aquellos acordes, sin saber por qué, ya los sabía, ya inventó aquella
melodía una tarde gris de otoño, y sin saber por qué, hoy sus manos le
incitaron a tocarlos de nuevo. Y las palabras parecieron salir como si ellas se
hubieran puesto de acuerdo en inventarse y organizarse, y darle compañia a esa
triste melodía sin letra.
El pitillo
se consumió en ese cenicero que no recordaba de dónde salió, y el tiempo de
pronto parecía que iba lento y a la vez muy rápido. Se mareó, y cayó al suelo,
sin fuerza, amortiguando la caída de la guitarra.
El fuerte
golpe de la cabeza la despertó, y la vio escribiendo frente a esta cutre
pantalla aquel sueño de lo que pudo haber sido en otra vida, o de lo que le
habría gustado ser en ésta.
Y con
sus despojos, acabó este texto.
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