Vacío. Vacío hay en la ropa, o entre la ropa y yo, dentro de la ropa y dentro de mí. He adelgazado tanto que no puedo estrenar prendas nuevas, ni puedo ponerme la ropa antigua. Me visto cada día con el mismo disfraz, sujetándolo con un cinturón que se me ciña bien a la cintura. Y una amplia camiseta que esconda mis inseguridades, mi vacío. Que es mío.
No lo quiero.. Yo lo sé, lo sé de verdad. Pero realmente lo quiero. Solo quiero.. "bailar como un lazo en un ventilador" y dejarme llevar, esperando a que la marea me lleve, me eleve. Pero me da pánico el agua.
Eres mi oportunidad, eres mi puerta. La de ahora, quizá hubo otras anteriores. Seguramente. Pero no me interesaban y no quería que me interesaran. Pero de pronto llegaste, te fuiste, y quiero que llegues otra vez y estás llegando. Estás aquí, pero no aquí. Quiero que estés. Me gustaría que estuvieras..
Quiero que seas mi persona. Quiero que seas mi persona de aquí, de este mundo de aquí, de este espacio cerrado, o abierto. Quiero que seas mi puerta, mi oportunidad. Quiero que seas mi abrazo, mi compañía, mi conversación y mi rato aburrido, mi plan de los domingos. Quiero que seas mis experiencias.
Quiero ser capaz de abrir un poquitín mi cabeza, mis adentros, y dejarte tocar con la yema de un dedo y mirar de lejos para saber si puedes, y quieres ver, tras toda esa maraña de oscuridad y complicaciones, algo del naranja que llevo oculto.
Eres la persona perfecta para ser mi persona. Sin puntos suspensivos.
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