La vida es para quien ama. Algo que he descubierto. Y si no amas, sencillamente no vives.
Permitidme que me ponga cursi, la ocasión lo merece. Aunque no tenga por qué contarlo, pero hoy me siento feliz. A pesar de todo, supongo.
Elijo el bolso, compro las entradas. Le escucho durante largos ratos. Lo hablo durante muchos más, aunque lo piense todos los ratos, incluso en sueños.
Es agradable este punto, este momento después del caos y las debilidades. Pero todo se puede y ahora se ve. Y sigue siendo un caos, pero "¿quién dijo que el caos tenía que ser malo?". Es precioso. Lindo y delicado. Fuerte y transgresor. Impredecible. Lo diré, "lucánico".
Me quedaría durante mucho tiempo. Así. Tan sencillamente así.
Hay que amar. Lo que haces, lo que sientes y lo que amas; hay que amarlo todo. Porque si no lo amas no hay nada.
Yo he aprendido a hacerlo mejor, sobre todo a mí misma. Porque aquí estoy yo, igual que el resto. Que tú, linda tú.
Oh, playa.
Y música.
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