Tres, dos, uno.. Y.. ¡volver!

¡¿Qué tal llevas el viaje?! LLegas sobre las 9 y media, ¿no? He puesto cervecita en el frigo jajajaja. Un besako!

*

- ¿Cómo estás?
- Atrás.

El exterior

Hoy salí por la tarde. Vi la luz del sol, sí. Aunque igualmente me escondí bajo mis gafas de sol y mi melena sobre mi rostro, tapándome, escondiéndome como siempre.

Puede que en algún momento sonriera. Detuve el tiempo. Les miré, y a algunos les observé y analicé, bueno, me los inventé. Pero esos no fueron muchos. Sí, sonreí. Y me contuve la sonrisa porque venían unos niños pequeños de frente; sentí que me daría pena si pensaran que me estaba riendo de ellos. Yo nunca me reiría de un ser pequeño. Pero sonreí, y eso me dolió, porque ya no hay motivos similares a ese por el que sonreír. Ahora me jode que me haya dolido. Y ahora me da igual todo eso.

Era extraño, pero me apetecía estar ahí en la calle. Lo echaba de menos. Pero no me gusta aquí. Debo reconocer que si hubiera estado en una ciudad, o en algún otro sitio con gente, prisas, historias, vidas, ruido; me habría quedado un rato paseando. Pero nunca sentí interés por las marías cotilleando tomando café en las terrazas de cafetes, los chicos presumidos yendo al gimnasio para ser más horriblemente bellos, y las mamás floreros sacrificando sus vidas viniendo del supermercado.

Sí, hoy me reafirmé que éste no es mi lugar. Quizás estas cuatro paredes donde estoy ahora tampoco lo sean. Pero es donde el mundo exterior me hace menos daño.. Como a los alvinos y el rollo de la luz del sol.

A veces no es misantropía. La mayoría de las veces no me quejo de mi soledad; después de todo ese tiempo, ya aprendí a aceptarla, incluso a veces a sacarle partido. Hicimos un trato, ella me dijo: Yo me quedo contigo para siempre, y tú.. tú te amoldas a mí.

No es mala. Está bien la Soledad (la Sole, ya tenemos esa confianza). Peores son las marías, los chicos presumidos y las mamás floreros. Pero ojo, yo no me estoy quejando. Ni siquiera quería hablar de la soledad. Yo sólo hablaba de que me gustó sentir que me sigue gustando aquella vida al estilo ventanal. La echo de menos, a esa vida y a la ventana.

Pero eso ya son otros asuntos..
Y muchas más historias.

Cinismo

Jefe de mi hermana - He estado de viaje con una colega tuya.
Stessa - [Pero si yo no tengo colegas] ¿Mía? ¿Seguro?
Jefe de mi hermana - Sí, una chica que te conoce.
Stessa - [Pero si a mí no me conoce nadie] Bah, no sé.
Jefe de mi hermana - Es Eufrasia(*), de Villaferrueña(*). Tu amiga..
Stessa - [Mi ex] Sí, bueno.. alguna vez hemos hablado..
Jefe de mi hermana - Es mu buena gente.. mu buena gente..
Stessa - .... ¿Has terminado ya con el papeleo?

(*) Nombre y pueblo modificados, no vaya a ser que el país entero la conozca y me asesine mientras duermo.

Enferma

"Stessa!" Sigue siendo tan sensible pero no dejes que te puedan los problemas."

Esas fueron sus palabras.



LLevo un rato buscando por internet si existe una enfermedad que provoce un exceso de sensibilidad emocional en las personas. Me suena de que exista algo así, es lo que me incita a buscarlo.

En caso de que existiera, yo soy una enferma. Sí, otra problemática más a añadir a mi colección.

Pero para mí es duro oír las palabras de él (las citadas antes), cuando quizás días antes escuchara por boca de ella algo como "Stessa, debes hacer que las cosas te afecten menos, ¡sé menos sensible!"

Cualquier palabra que diga cualquier persona en cualquier momento y cualquier lugar, me provocará un estado de ánimo y unos sentimientos determinados.
Así que jugar con mi sensibilidad es tarea fácil para alguien que quiera maltratarme (uso esta palabra debido a mi enfermedad), y tarea difícil en ocasiones para quien quiera hacerme feliz.

Se supone que.. si una persona que me importa me dice una palabra, yo debería entenderlo de una manera positiva, y así mi sensibilidad se vería afectada de manera positiva también. Pero supongo que mi sensibilidad está alterada por miles e infinitas razones (o quizás una sola); y es ello la razón por la que mi mente no es capaz de asimilar en muchas ocasiones que esa palabra es algo positivo, por lo que lo interpreta con ironía y sarcasmo por parte de la otra persona, que realmente su inconsciente lo hace decir para joderme, aunque esa persona no se ha dado cuenta.

Sí, lo sé. Esto también es otra enfermedad. Qué se le va a hacer, no soy un chollo. Pero para que lo digan los demás, ya lo digo yo: ahorramos tiempo.

Pero cuidado si me sonríes. Por extrañas razones, a veces mi sensibilidad se ve afectada en la manera correcta y positiva.
Es lo que tiene el amor..

Actualidad

Chica - ¡Con lo buena que yo soy y no ligo nunca!
Chico1 - Es que no sabes ligar..
Chica - ¿Y qué hago? ¿Cómo ligo?
Chico1 - Pues ponte minifaldas, cortitas cortitas por aquí..
Chico2 - ¡Y guonderbrá! Con un buen escote.. ¡ahí!
Chico1 - Tienes que arreglarte un poco..
Chica - Bueno lo intentaré.. aunque yo me arreglo, pero lo haré más. ¡Es que yo no sé ligar!
Chico2 - Tú tontea con los tíos.. ¡Que eso es lo que nos mola!
Chico1 - Ya verás como este finde acabas como el Hugo, comiéndote la boca delante de tol mundo.
Chica - A ver.. Pero es que yo no soy capaz de liarme con un tío que no conozco de na y después yastá.
Chico1 - Ya verás como podrás. ¡Mira el Hugo! ¡Cómo se gana a las tías! Por la personalidad, porque por otra cosa..
Chica - Jajajaja.
Chico1 - Jajajaja.
Chico2 - Jajajaja.
Chica - Ya tío.. No veas el Hugo. Sa liao con la Loli.
Chico2 - Es que.. el Hugo ha cambiao, ¿eh?
Chico1 - Pero desde que sa liao con la jipi esa.
Chica - Bueno, en la personalidad.. vale, pero..
Chico1 - Ya te digo..


Sí, esta es la juventud quinceañera de la actualidad.
(Es una conversación real, no inventada xD)

BSO a juego con niñatillos.