Tengo una guitarra preciosa.
Cómo son las cosas, ¿verdad? Es para que no se me olvide.
Desde que me he levantado hoy he intentado no dejar de hacer cosas: Recogí la habitación, limpié el salón al detalle, y también mi habitación. Recogí y doblé la ropa tendida de mis compañeras de piso, tendí su lavadora. Puse mi lavadora, y la tendí. Hice algo de comer, hice más cantidad quizá por seguir entretenida. Preparé lentamente la mesa y algo que hacer mientras comía. Vi una peli super larga y aburrida mientras me peleaba con el gato para que encontrara una postura cómoda encima de mi tripa. Saqué la guitarra para afinarla. Como el micrófono no quería funcionar, intenté arreglarlo y lo conseguí. La afiné. Busqué los papeles, busqué acordes que tocar y la acaricié cuanto pude y de la manera más delicada que pude. Le di un beso y la dejé en el soporte, su soporte. Y ahora ya no me queda nada por hacer..
Cualquier domingo cualquiera me habría levantado a lavarme la cara, y me habría vuelto a meter en la cama a pensar cómo pasa el tiempo. Ahora mismo estoy escuchando Portishead.
¿Y mañana? Mañana no queda nada que hacer ya.. Solo buscar excusas para no pensar y seguir viva. Quién sabe, quizá muera antes de la próxima noche, visto lo visto..
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