No puedo evitarlo. Desde que me levanto hasta que me acuesto, emocionarme con cosas así.
Yo, que salí de mi casa, de mi hogar hace ya más de 6 largos años, en busca de "algo mejor", dejando atrás mi familia, intentado estar lo más cerca posible.
Y debo decir que soy afortunada, por trabajar 14 horas a la semana. Y ojo, que me siento así, y muy contenta de los trabajos que hago (que de no ser por ellos, sería imposible levantarme por las mañanas). Pero esta situación es lamentable. Y la de muchos, muchísimos más que yo es aún peor.
¿Qué nos queda por vivir? Estoy ya cansada, triste, agotada.. Pero con más fuerza que nunca. No ya por mí, que trabaje de lo que trabaje estará bien, si con ello consigo algún día tener mi pequeña casita donde estar con mis familias.
Pero quiero luchar por los hijos que tendré, que tendremos. Por mis vecinos, y los hijos de mis vecinos. Por los derechos por los que lucharon nuestros abuelos y nuestros padres, y para que, en un futuro, nadie tenga que luchar por los derechos de la humanidad, porque es algo que incluso parece absurdo escribir. ¿Luchar por nuestros derechos? Son nuestros derechos..
Esto es tan triste.. Pero como digo, ésta es nuestra vida y nuestro mundo, y algún día será el de los que vienen detrás, y ojalá nunca jamás se tengan que ver envueltos en las situaciones desoladoras por las que nos estamos ahogando.
Mamá, papá, familia, amigos, desconocidos y compañeros en la lucha.. Gracias por luchar conmigo, por luchar con todos nosotros. Estoy segura de que algún día estaremos muy orgullosos por toda esta fuerza, y dará un buen fruto.
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