A una hora cualquiera.

Silencio aparente.
Una mente que grita. Pero no de dolor.
Unas risas de algún tonto, que molesta (las risas y el tonto).
El sonido, cada día más lindo, del piticlear en mi teclado.
Sonidos de muebles, o cosas, como cada día, cada momento.

Pero yo.. yo no escucho nada. No me tapo los oídos. No intento evitar escuchar.
Simplemente no escucho. No veo. No toco. No saboreo. No huelo. Nada.

Sólo escucho el piticlear y el cascabel. Veo las letras. Toco las teclas, y el asita de mi taza. Saboreo la melisa relajante. Huelo el contenido de la taza.


Hoy no tiene la tele puesta.
Hoy no miro por la ventana.


[Stop]


Hace.. pero yo no tengo.
Lo provoco.
Pero aún así, tampoco.


Me pregunto.. tantas cosas..
Pero yo, lo que pasa.. es que, no quiero saberlas.
Lo que quiero saber no lo pregunto; lo intuyo.

¿La intuición y el instinto pueden ser malos?


El Xuli hoy buscaba un cascabel que sonaba al otro lado de la pantalla.
No era el único.


Hace media hora tenía un poquitín.
Hace 29 minutos no tengo nada, ni ese poquitín.
Iré a buscarlo.. es lo único que puedo hacer esta noche. ¡¡Cuidadoooo!! ><


Lahko noč.
O algo así, que dicen.