Sigo sin olvidarme

No creo que hiciera falta que recordara esto, ya que, como de costumbre (o por puta fuerza), no sabes que es a ti lo que esto se refiere.

Sólo trato de escribir un recordatorio, para ti, aunque no tienes ni idea.

Sigo sin olvidarme.

Y ya está.

Aunque, en realidad, no creo que te interese a estas alturas aquella respuesta. Bueno, creo que nunca te interesó. Y mientras escribía esa última frase, he sentido rabia, y dolor.

He intentado olvidar este asunto. Dejar las cosas como están, y simplemente alejarme, poner aire, tierra, distancia y ficticia indiferencia por medio; parece que eso me da bien. Y por muchas ganas que tenga de llorarte, no volveré a hacerlo. Quizás no te lo merezcas, pero ni lo sé, ni me importa; sólo sé que yo no me lo merezco.
Me da igual si me equivoco, o si tengo delante de mí la oportunidad de hacer que todo esto cambie. Pero me da igual. Mi cuerpo y mi mente no asimilarían una respuesta similar a la última (y única). Así que esta es la única opción.

Puede que algún día escriba por acá esa respuesta. Puede que no. Puede que sólo la busque en mis pensamientos. Puede que ni siquiera me preocupe en buscarla; sé que si la busco, lloro, y tendría mucho que afrontar. Y puede que esté haciendo un mundo de esta puta tontería, pero es que para mí.. ains, para mí tú eres un mundo. Aunque me duela también haber reconocido esto.

Si me necesitas, sabes de sobra dónde estoy. Y siempre te lo repito, como obligándome a mí misma a autoconvencerme de que algún día vendrás a buscarme. Pero nunca vienes. Así que eso es que no me necesitas. Por lo que puedo deducir, que sobro en tu vida. Sólo te intereso, porque formo parte de una tercera persona. No hace falta que finjas conmigo. Simplemente no hay una relación simbiótica, recíproca, igualitaria. De hecho, es inexistente.

Por lo que, en ese punto, quizás sobren las palabras.

Me he marcado un nuevo objetivo. Aún sabiendo que no podré cumplirlo.