Sólo sé que.. desperté y no estabas.
Casi que miré a mi alrededor buscándote, incluso quizás me asomara a la ventana, y puede que quisiera llamarte.
Pero ya no estabas.
Cogiste tus maletas, y dijiste adiós. Tarde.. pero te fuiste. Aunque, para mí.. siempre, siempre fue demasiado temprano.
Ni siquiera nos hemos visto todos los días. Ni hemos tenido conversaciones transcendentales sobre cosas estúpidas. Ni nos invitamos a demasiadas cervezas.
Ains.
Pero mi erasmus ha tenido mucho más sentido al encontrarte a ti aquí.
Y no pensaba que pudiera llegar a querer a ninguno tanto como a ti. Y aún sabiendo que serás al que más veré, re-odio esa sensación de saber que ya no estás. Que no me llamarás a las 10 de la mañana para que te arregle las rastas. Que no escucharé por el fondo entre la gente "¡Qué pasa, checa!". Que no podré abrazarte dándote un besín en el hombro.
Aunque.. lo bueno de que no nos hayamos tomado la última cerveza.. es que aún la tenemos pendiente =)
Ains. Te has ido.. y otro trozo demasiado grande de mi eramus, se fue con tu equipaje, con tus rastas medio deshechas, con tu estrella de la camiseta, con el cascabel que llevas al cuello, y espero que con tus recuerdos ljubljanicos..
Puede que ahora mi estancia aquí, tenga poco sentido (hasta el día 6, por supuesto :P). Y eso es porque has sido y eres gran parte de mí. Una parte muy muy grande, porque.. tú, tú eres muy muy grande. Y mi mejor amigo erasmus.
Sonríe, por los días pasados, por los recuerdos, por lo vivido, por lo conocido y por lo aprendido, por lo inolvidable y por la experiencia. Y que ni un sólo día te falte felicidad en tu vida.
Pero no te olvides.. de que nos debemos una cerveza.. ¡¡y tengo que arreglarte las rastas!!
Te quiero, amigo.. y tú lo sabes =)
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