He dibujado una estrella dentro de un círculo en el cristal de mi ventana.
Resulta que necesité escuchar una canción, que es la que suelo escuchar en momentos como éste, y al oírla, sentí que echaba de menos mi ventana, la de la 1609. Pero cuando me he asomado, sólo he visto una calle vacía, y una pareja paseando sin más, hasta que se disipó a lo lejos. Después no había nada. Nada..
Tan sólo una miserable y fea estrella de mil puntas de color blanco brillante, junto a una enorme bola de noséqué de color verde, colgados de un cable. Y un vecino del que hace tiempo no sé nada, porque hace tiempo que dejé de fijarme en si había vida ahí dentro.
Así que, sintiendo el frío que provenía desde la calle, y mirando la piedra del suelo, sentí que extrañaba aquel hombre que veía la tele a las 5 de la mañana. A los erasmus gritando "Let's go to Baaachus.. lalala lala lalaláaa.." tras una fiesta en el basement. El chico que venía en coche a dejar a su novia en casa. El gatín que solía revolotear por el parque. La mujer separada de su marido que vivía con sus padres, cuyo marido venía a recoger a sus hijos cada dos semanas por la custodia compartida. Los niñatillos que se sentaban a ver el partido en el Zamaro mientras tomaban Laško o Cedevita. El hombre en silla de ruedas que jugaba con sus dos hijos en el parque. El chico que estudiaba de madrugada..
Y ya tan sólo me queda el recuerdo, y una ventana cuyas vistas son piedras en el suelo.
Así, pues.. he dibujado una estrella dentro de un círculo en el cristal de mi ventana.
He sonreído pensando que aún conservo lo mejor de mi época en aquel lugar que miraba a la vida. Y he vuelto al mundo real, donde la canción ya se había acabado, y tuve que ponerme enseguida el disfraz.
Principio. Y punto y final.
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