Quizá sean los exámenes, de todos excepto los míos. Quizá sea la nube de humo blanco que me marea y asfixia en cuanto cruzo mi puerta. Quizá sea el silencio que aquí existe, incluso la guitarra tirada en el suelo. Quizá sea la melodía que no escucho desde la plaza, o el trozo de tarta de manzana tan exquisita que no comí. Quizá sea la escasa luz. Quizá sea el misterioso vecino que no dio más señales de existencia. Quizá sean los sonidos huecos de la vecina de arriba. Quizá sean las fotos que no tengo en la pared, o no sentir a mi gato en los pies de mi cama. Quizá sea el calor de una chimenea que no hay aquí. Quizá sean las visitas que no tengo, y la imposibilidad de recibir mimos. Quizá sean los globos pegados en mi armario que se van desinflando poco a poco, o incluso el mapa esloveno que siempre cae al suelo. Quizá sea la silla incómoda, sin un miserable cojín, o las mantas que no me quitan el frio. Quizá sea ese abrazo que me da, pero que no puedo recibir..
Sin aire en los suspiros, se ahogan las penas.
Ella piensa que tiene.. y no tiene ná..
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