..el veneno es la luz.. y la sombra mi caché..

..el veneno es la luz.. y la sombra mi caché..
..siempre quisiste tocar el cielo con la punta de los dedos sin que el sol te quemara las alas..

jueves, 28 de enero de 2010

La página encinta en el vientre de un bloc trotamundos


Me preparé medio café-capuccino, y me apeteció liarme un cigarrillo.
Abrí el cajón para sacar el tabaco, el papel y los filtros, y vi un imperdible. Me lo puse en la Rasta Número 10, pensando que hace bastantes días que a cada rato recuerdo que se me perdió el que llevaba antes.
Me lo lié; es el segundo que me quedaba tan bonito, parecía que no lo había liado yo. Bebí algún sorbo, pero aún estaba muy caliente.
Me apeteció escuchar Sabina. Y encenderme el que lié. Y beber, ya no estaba tan caliente.
Nunca había fumado un cigarrillo, tomando café, escuchando Sabina, y asomada a la ventana.

Pensé en el tipo de la plaza.. Hace unos días lo vi, charlando con un tipo, llevando su guitarra guardada colgada al hombro. Ayer lo vi en el Cepeda comprando. Y hoy, justo cuando iba con prisa a clase, le vi preparando sus cosas para sentarse a tocar y cantar.

Me vestí con prisa, eché las cosas en el bolso, me puse el abrigo que no abriga, y me lo cerré bajando las escaleras, y acalorada, salí a la calle, donde el tiempo me dio una bofetada de frío, que me sentó realmente bien.

LLegué corriendo, asfixiada, cansada.. ¿para qué cambiar la rutina hoy?
"¡Hola! =)", dije. "Hola :)", contestó. "Hoy es mi último día de clase de tooooda mi carrera", dije sonriendo, inexpresiva. Su respuesta me hizo sonreír, y me lo empecé a creer un poco.
Pero ahora ya no.

Fue una de las mejores clases que tuve, pues no se tocaron los apuntes, y hablamos todos. El rol-play fue divertido, y muy realista. No se pudo haber terminado mejor la clase de esa asignatura.
Debería asimilar que es la última.

Bajé las escaleras, esperando el aire y el frío, como si fuera a sentir en ellos la esencia de la nueva etapa que pronto vendrá. Y, al sentir mi nariz y mis dedos congelados, me asusté, y quise llamar. Pero no debía, así que, de manera inconsciente empecé a sentirme bien, como apoyándome a mí misma.

Al pasar por el supermercado compré lo de siempre: "unas patatas Bonilla, y un brick de leche". "¿Un qué?. "Un brick. De leche". ".. ¿qué?". "Uf, una caja. De leche. Semi. La más barata, por favor".
Y salí a la plaza, pero él ya se había ido, y sólo había gente normal pasando por allí.

Y es que hay cosas que siguen su rutina, aunque yo esté en proceso de cambiar de etapa.

2 comentarios:

LoQuePuedoDecirDeMí dijo...

¡Hola! Entré el otro día al blog y la verdad es que me gusta cómo escribes... aunque aún me cuesta pillarte xDDD

Te agrego al mío: http://encantada-de-habernos-conocido.blogspot.com/

Un beso :)

Stessa* dijo...

Gracias :)

Tranquila, cuando nadie me entiende, es que todo va bien: es lo más normal.

Te iré leyendo estos días cuando saque unos ratines, estoy segura de que será un blog muy interesante :)

Otro beso para ti.