Echar de menos.
Extrañar.
Pensar mucho en alguien que no está, o está lejos.
Querer que esté cerca, o no querer que se haya ido.
No creo que necesariamente sea sólo cuando le has perdido.
De jueves a domingo.
Y yo extrañé. Y eché de menos. Y pensé en vosotros.
En ti sobre todo. Cada segundo del día.. como cada día. Desde hace mucho.. ¿Sabes tú exactamente desde cuándo? Nunca antes hablamos tan poco como en esos cuatro días. Sobrevivimos.. A mis viajes. A mis idas y vueltas de aquí a allá y de allá a aquí. A Venecia y a Budapest. A tus mañanas de curro y tardes de estudios. A mis juergas y excursiones. Al poco tiempo (pero intenso) que pasamos por aquí.
Te sigo echando de menos.
Te echo de menos. Mucho.
Y.. y tres más. Ains, pero ya sabes, ¡no te olvides! =)
15 días. Y también te extrañé muchísimo. Estabas bien allí. Y sabía que extrañabas un poquitín esto. Cada día esperaba que te ocurrieran cosas bonitas que te hicieran sonreír. Que disfrutaras. Que lo pasaras genial. Esto aquí fue nada sin ti. Al menos desde el punto de vista en el que me encuentro y hablo. Que quizás aún no sepas cuál es. Pero eso ya son otros temas.
Me alegra, mucho, volver a tenerte aquí. Aunque también me gustaría volver a tenerte aquí.
Sé que sabes que te hablo a ti. Y te echo de menos. Y anoche sabes que en aquella frase no me refería sólo a lo que esa frase contenía y que no era un ellos, sino un vosotros.
No sé por qué te digo esto. Si de todas formas lo acabaremos nombrando una noche de vuelta a las 5 de la mañana diciendo que mejor hablarlo otro día, y que ese día no llegará.
Quise abrazarte. Muy fuerte. Y gritarte cuánto me alegro de volver a verte.
Pero estos tiempos ya no son los de antes.
Y no sé en qué momento dejará de tener sentido este párrafo.
Ahora.
Sabes que a ti también te eché de menos. Aunque no hablemos. Ni recibieras mi sms. Ni te acordaras de mí, nada más que para eso. Pero los dos sabemos que estamos aquí para todo, no sólo para eso. Y en parte lo hemos comprobado. Y no hace falta que te lo diga, porque lo sabes.
No sé cuántos días exactos fueron. Pero uniendo los tuyos y los míos, han sido muchos. Y en cualquier caso, me gusta verte. Me haces sentir cómoda, y contigo, mi estancia aquí cobra más sentido.
Sí.. en realidad sí lo sé, más que ella. Pero cuesta creerlo :$
¿Podré abrazarte otra vez?
Da igual, sabes que lo haré :)
Ains, y desde aquel día te extraño a ti. Aunque aquí no querría explayarme, ya que son temas que al menos aquí, y en algún otro lugar ya hablé, demasiado.
¿Qué hago yo ahora con la mitad de ti?
Me haces falta. Aunque no estemos, estamos siempre ahí. Y ya no.
Ya no.
Al menos no puedo. Y no sé exactamente por qué. O quizás sí.
¿Acaso sabes cuánto te hablo? ¿Acaso sabes cuánto me importas? ¿Acaso sabes cuánta falta me haces en mi vida?
¿Dónde estás? ¿Dónde estoy? ¿Dónde carajo estamos?
Y esta vez te lo digo alto y claro.. Te echo de menos.
Creo que cuando publique esto me arrepentiré un poco de escribir esto. Siempre tendré la duda de si sabes que te hablo a ti. Pero nunca preguntaré. Así que seguiré intrigada.
(Si ves que llego a la auténtica locura, avisa; da señales y dime "Sí, te escucho desde donde no me ves, y lo sé todo, pero tú no querías saberlo, y yo no quería decirlo". Y abrázame. Como si nunca lo hubieras hecho.)
Basta ><
¿Sabes? En estos días también te eché de menos a ti. Y a ti.
Necesité unos ratos para desconectar de tanta imbecilidad. Y en algunos me habría bastado con cruzar un par de palabras. Aunque sea a través de este trasto (como siempre). Espero que sigamos estando cada vez más cerca. Y en unos meses también lo estaremos.. mucho mucho más :)
En definitiva.. no sé aún la respuesta a aquello que nos.
Sólo sé que hay muchas maneras de echar de menos. O quizás sólo dos.
Pero ¿sabes algo?
Siempre existe alguien que piensa en ti, y te echa de menos.
Sí.
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