¿Algo más?

Uhmm... Creo que no quiero decir nada.

O quizás sí.

He de hablarlo con mi mente. O con la almohada. O con nadie. ¿Nadie? ¿No soy yo Niña Nadie?

Me niego a hablar conmigo misma, no, no.

Bueno qué, ¿tomamos una cerveza? O un té, o un capuccino, o un café, lo que usté prefiera. Pero yo no tengo hambre ni sed.. no, a mí no me apetece. Pero me encantará acompañarte. ¿Te encantará que te acompañe?

Llámame. Y de paso me despiertas, que andaré dormida (si es de día, claro).

Y ya.. ya hablamos otro día, ¿sí?