¿Y qué?

Hoy podría decirme a mí..

"Nena, has sonreído tanto estos casi 3 meses, y has llorado tan poco.. Has visto amaneceres y anocheceres, los más bonitos e increíbles. Has pasado horas y horas hablando con estrellas, abrazando a amigos y colegas, viendo sonrisas en sus caras. Has hecho sonreír. Has sido fuerte y estás aquí, como una pedazo de campeona luchando por tu felicidad, o al menos, por una sonrisa sincera. Has conocido lugares, sitios y zonas preciosas, increíbles, con una buena compañía.. ¿Qué más puedes pedir?"

Pero no lo haré. Porque.. porque quizás para mí no es suficiente. O quizás porque toda parte buena también tiene parte mala, y no quiero (o puedo) asimilarla, y menos ahora. O porque estaba demasiado bien como para dejarme llevar por un nuevo pasado que no quiero tolerar.

Sin embargo, puedo repetirme a cada segundo que puedo pasarme horas delante de ti, y de ti, y de ti y de ti, y de ti también; contemplando tus gestos, tus palabras, cómo miras las cosas o cómo las tocas, cómo las sientes, qué piensas, qué hay entre tú y tu mirada, por qué hablas o no, qué te hace llegar a ciertas conclusiones, o yo qué sé..

Pero nunca podré ver cómo me contemplas a mí, escuchas mis palabras, o cómo siento las miradas o las cosas, o por qué no hablo.

No me mires.
Pero quédate a mi lado. Déjame que sienta tu olor y escuche tu respiración.

Deja que te ansíe cuando estés cerca, y te eche de menos cuando estés lejos.

Y acompáñame a escuchar el silencio..
¿Te quedas aquí, conmigo?

Prometo regalarte una sonrisa.
Y una estrella de papel.