- Abraza mi brazo. Y vamos..
- ¿Dónde vamos?
- Ahí.
- Ahora, apóyate sobre mi hombro.
- ¿Por qué?
- Hazlo.. Y ahora, démonos la vuelta, y mira ahí.
Supongo que no puedo evitarlo. Las infinitas maneras que busco de hacerte sonreír. Y los recuerdos siempre los guardo. Y las cosas pendientes también.
Cada lugar. Cada segundo. Cada pensamiento y sentimiento. Cada sonrisa (y cada lágrima :$). Cada momento. Cada palabra (o frase célebre ¬¬'). Cada mirada. Cada latido de nuestro corazón. Cada uno de nuestros seres. Y toda la magia y el amor. Todo.
Porque añoro la ventana, las camas, el armario sin puerta, la pared pegada a mi cara, mi cuerpo con frío y sin sábanas, las dos sillas, el enorme círculo con la pequeña estrella dibujada, las mesas de fuera del Roxly, y la de dentro, los asientos de Atocha, el lavabo con aquel espejo, la máquina de latas de Cocacola, la puerta de salida en la T3, la cafetería del castillo, la stazione di treno di Mestre, la mesa junto al río, los pies mojados del Ljubljanica, la sábana fea del Tivoli, la señora de la limpieza, los ascensores, los Emes extranjeros, la orgía de la habitación de al lado, y la vieja puerta que se abría sola, el camping Stoja, el suelo junto a la plaza San Marco, el aeroporto Marco Polo, el césped del Retiro, Vitamina (x2), las escaleras de "¡Qué monería!", la calle del hostal (y el amable chico de la tienda y su mapa), el niño del patinete (qué adorable :$), el banco (x2), las aduanas, la consigna de la estación, el Pans and Company, el Rodilla, y el ¿mesa para dos?, la heladería de la Prešeren Trg, la cena del aniversario de los 9-10, la preciosa y pequeña playa de rocas, el puente de madera con flores de plástico, y aquél sillón :$.
Pero sobre todo tus brazos..